Agatha Mary Clarissa Miller, nacida en Torquay el 15 de septiembre de 1890, cambio su nombre al casarse con Archibald Christie, con el cual tuvo una hija, Rosalind, y del que se divorcio en 1928.

Nada habri­a de especial en todo esto si no fuera porque esta dama, mas de un siglo despues, sigue siendo una de las escritoras mas famosas y lei­das de todos los tiempos.

Su historia es tambien una novela, quiza mas interesante que las mas de cien que escribio en 50 años de carrera.

Todo comenzo a rai­z de su divorcio en 1928. Deseando olvidar los sinsabores de su separacion, Agatha Christie atraviesa Europa en el Orient Expres, el tren mas lujoso del mundo, y llega a Bagdar donde se dispone a visitar la ciudad sumeria de Ur.

Alli­ hace una buena amistad con el director de las excavaciones y su esposa, que la invitan a visitarles al año siguiente, cosa que realiza encantada.

En marzo de 1930 regresa a Ur y conoce a un joven arquologo, Marx Mallowan, con el cual se casa, a pesar de los 14 años que le saca la escritora.

A partir de ahi­ su vida se hace emocionante y viajera.

Acompaña a su marido en diversas expediciones en los años 30 y 50 por Oriente Medio pero, no solo como esposa, sino como ayudante entusiasta del trabajo de su marido: limpiaba y reparaba piezas, restauraba marfiles, catalogaba el material encontrado, tomaba fotos de la expedicion, etc.

Ademas, como excelente cocinera que era, preparaba deliciosos platos muy apreciados por sus compañeros.

Tambien actuaba como responsable medico, puesto que trabajo como enfermera en la Primera Guerra Mundial.

No obstante, siempre encontraba tiempo para sus libros, algunos de los cuales se desarrollaron en Irak y Siria, por ejemplo, «Asesinato en el Orient Expres», «Muerte en el Nilo», «Asesinato en Mesopotamia» y «Cita con la muerte».

La escritora soli­a amenizar las sobremesas leyendo a sus compañeros el manuscrito de la novela que estaba escribiendo.

En «Asesinato en el Orient Expres», recreo un episodio de su vida. Con 38 años, realizo su primer viaje de 35.000 kms. en el mi­tico tren que la llevo a visitar Pari­s, Lausana, Milan, Venecia, Trieste, Zagreb, Belgrado, Sofia y Estambul.

Cuando regresaba de vuelta a Londres para pasar las Navidades una gran tormenta de nieve dejo aislado el tren y los pasajeros pasaron una noche de incertidumbre y fri­o hasta que fueron liberados.

Posteriormente, en Estambul, dio forma definitiva a su novela. Si alguna vez vais a esta magni­fica ciudad del Bosforo, no dejeis de visitar el «Pera Palace», es un autentico espectaculo; alli­ en la habitacion 411, la que siempre ocupaba Agatha, exactamente igual que cuando ella la ocupaba, hay un retrato de la escritora y se dice que su espi­ritu vaga todavi­a por alli­.

Mas de 25 años despues de su muerte, ocurrida el 12 de enero de 1976, a los 80 años, medio mundo sigue deleitandose con sus casi 100 novelas de asesinatos, muchas de ellas protagonizadas por el detective belga Hercules Poirot, con sus cuidados y retorcidos bigotes y su cabeza en forma de huevo, siempre pulcro y genial, o por la dulce pero aguda Miss Marple, tan inglesa, con sus maneras aristocraticas, sus meriendas a base de te y pastas y su conocimiento mas que notable de la mente humana.

Hasta hoy di­a, sus libros, traducidos a 49 idiomas, son los mas vendidos, despues de la Biblia.

De sus 12 obras de teatro, «La ratonera», que se estreno en Londres en 1952, ha conseguido, casi medio siglo mas tarde, llegar a las 20.000 representaciones, haciendo de paso millonario al nieto de la escritora, a quien esta lego los derechos de autor.

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